Muchos esperan durante años recibir una llamada telefónica que les cambie la vida, que les estofe de trascendencia o que les recompense el trabajo hecho durante toda su carrera.
Estocolmo es ciudad de premios. Alfred Nobel creó los que son, seguramente, los más prestigiosos del planeta y todos los años se entregan en la ciudad.
En un pequeño museo que hay para turistas, hay una colección con piezas curiosas de antiguos premiados. Gafas, bufandas, guantes e incluso una trompeta. Me llamó especialmente la atención la presencia de un teléfono fijo negro.
Al parecer era con el que se llamaba a los premiados antes de que la tecnología lo cambiara. Durante años, millones de personas esperaban que fuera su número el que marcaran en esas teclas. A varios españoles les tocó, en pocas ocasiones sí.
Estocolmo es ciudad de premios, también musicales. ABBA tiene cientos de ellos. Una banda que trasciende entre generaciones y que nació allí en los 70. También tienen un museo donde además de conocer su historia, se puede cantar y bailar.
Entre las miles de islas que tiene Suecia, Vaxholm es una de las más queridas. Su castillo representa la fuerza militar que tuvieron en el pasado. A nosotros se nos pasó la parada y nos quedamos sin verlo, pero disfrutamos de la tranquilidad del pueblo y de sus casitas de peli de tarde.
Premios en Estocolmo, fuerza en Vaxholm y… ciencia en Uppsala. Fue la última ciudad que visitamos. Está a apenas unos kilómetros al norte de la capital y es el icono universitario del país. Al ir a primeros de septiembre, coincidimos con las novatadas de los estudiantes. Muchos de ellos seguro que sueñan con tener algún día un Nobel y con que les llamen desde aquel teléfono negro, o el que usen ahora.
Ahí acabó nuestro viaje. A la mañana siguiente el avión de vuelta a España nos esperaba temprano. Los finales siempre son mejores si hay música, en eso se basa el éxito de muchas películas.
Para la nuestra de los Bálticos pondremos una de ABBA, “The winner takes it all”, El ganador se lo lleva todo. Algo así pasa con los que reciben esa esperada llamada.